Mientras que en España asistimos a un goteo constante y desestructurado de restricciones según el criterio que marca cada comunidad autónoma y sin saber con exactitud el tiempo que durará el estado de alarma, en el resto de países de la Unión Europea el escenario no es mucho menos confuso, ya que la mayoría intenta hacer la guerra por su cuenta contra el coronavirus.




En esta aparente “sálvese quien pueda”, Alemania y Francia han sido los últimos en anunciar medidas restrictivas. La canciller Angela Merkel ha presentado las nuevas restricciones, entre las que se encuentra el cierre de bares y restaurantes a partir del 1 de noviembre. Permanecerán cerrados como los gimnasios, cines o teatros que ya han echado el cierre en el país germano.


El Gobierno de Macron, por su parte, ha determinado que la situación en Francia obliga a reconfinar el país galo, algo que sucederá este viernes en un intento por tratar de rebajar la curva de contagios. Italia, Reino Unidos, Irlanda o Bélgica también trabajan con nuevas restricciones.


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