No solo las zonas de bares atraen gentíos en las que no se respeta la distancia social. También sucede en las puertas de algunas bibliotecas, especialmente en estas fechas vísperas del selectivo.


Docenas de chicas y chicos esperaban este lunes a entrar en orden en la Biblioteca Pública Anxel Casal. Lo hacían en orden, pero muchas de las personas en la cola no guardaban la distancia de seguridad y casi ninguna llevaba la mascarilla bien colocada.





Hay que recordar que es obligatorio llevar mascarilla siempre que no se pueda respetar la distancia mínima de seguridad de 1,5 metros, so pena de multas de 100 euros.


La biblioteca Anxo Casal abrió la lectura en sala el 16 de xuño, un día después del fin del estado de alarma en Galicia. Muy necesario para muchos estudiantes, como los que se enfrentan a la antigua selectividad. En Galicia, la ABAU será del 7 al 9 de julio.


El centro público está controlando el aforo para cumplir con las limitaciones. Los guardias de seguridad vigilan que no se supere el número de puestos de lectura asignados. Logicamente, ni ellos ni la Biblioteca pueden ordenar lo que hacen los jóvenes mientras esperan en la vía pública.




Hay que recordar que los jóvenes también son vulnerables al coronavirus. Aunque suelen sufrir los síntomas y las complicaciones de forma mucho menos dura y frecuente que los mayores; se pueden contagiar y a su vez transmitir la pandemia a sus contactos crecanos; amigos, abuelos o padres. El contagio es posible aunque tanto ellos como la persona que les pasa el virus sean totalmente asintomáticos.




 



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