Ayuntamientos pequeños pero también villas como Porriño o Tui no se ven con medios suficientes para asumir las nuevas obligaciones impuestas para prevenir el virus


Los municipios pontevedreses de Arbo, As Neves, A Cañiza, Covelo, Crecente, Mondariz, O Porriño, Salceda de Caselas, Salvaterra de Miño y Tui han acordado mantener cerradas sus piscinas este verano para garantizar la "seguridad" de la ciudadanía ante la pandemia de la COVID-19.


Mediante un comunicado conjunto, los ayuntamientos han detallado que han adoptado esta medida tras realizar un "análisis exhaustivo" de la situación tras la recepción de los protocolos correspondientes elaborados por el Ministerio de Sanidad.


Así, han señalado que la normativa exige unas condiciones que resulta complicado que puedan complir los municipios, como continuas labores de limpieza y desinfección, el mantenimiento de la distancia de seguridad entre los usuarios de las piscinas y la limitación de su aforo, así como del tiempo de acceso a las mismas.

IMPACTO EN EL MEDIO
Asimismo, los gobiernos locales han apuntado que se establece la necesidad de realizar continuos aportes de agua a las piscinas, controlar su cloración y utilizar desinfectantes de modo constante, lo que perjudicaría "notablemente" el medioambiente.

Además, han señalado que, durante el cierre, se acometerán distintas mejoras en las instalaciones para permitir su reapertura cuando la situación permita que se realice con todas las garantías necesarias.

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