El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica este miércoles la orden de la Consellería do Medio Rural por la que se establece el régimen de ayudas destinadas a mejorar la producción y comercialización de los productos de la apicultura, cuyo plazo de solicitud arranca este jueves.
De ello ha informado el departamento que dirige José González en un comunicado, en el que detalla que la convocatoria de este año cuenta con un presupuesto total de 603.438 euros.
En concreto, la orden va destinada tanto a particulares titulares de explotaciones apícolas como a cooperativas, organizaciones representativas y asociaciones de apicultores con personalidad jurídica propia.
Conforme ha señalado Medio Rural, dispone de cuatro líneas de subvención diferentes: para la asistencia técnica (dirigida solo a agrupaciones de apicultores), para la lucha contra las agresiones y enfermedades de la colmena, para la transhumancia y para medidas de apoyo a la repoblación de la cabaña apícola.
En el primer caso, será subvencionable la contratación de hasta dos técnicos, uno de ellos veterinario, para dar información y asistencia técnica a los apicultores en las asociaciones. En esa primera línea de ayudas, también se podrá financiar la organización de cursos y jornadas, así como la edición de folletos y publicaciones como sistema de divulgación.
En lo relativo a la lucha contra las enfermedades, se incluye la adquisición de varios tratamientos; mientras que, en la línea de la transhumancia, la ayuda deberá ir destinada a la adquisición, conservación y mejora de los medios de transporte, para sistemas de protección o vigilancia antirrobo, para el acondicionamiento de asentamientos, caminos y sendas, y para la suscripción de seguros de responsabilidad civil de las colmenas. Por último, las medidas de apoyo a la repoblación están enfocadas, fundamentalmente, a la cría y adquisición de reinas.
La convocatoria de estas ayudas se hace en régimen de concurrencia competitiva, bajo criterios pactados con el sector. Así, se dará prioridad a aspectos como la dimensión de las explotaciones (número de colmenas), la pertenencia a la IGP Mel de Galicia o la adscripción a una Agrupación de Defensa Sanitaria Gandeira.
También se valorará el hecho de que las explotaciones solicitantes ostenten titularidad compartida o a cargo de personas jóvenes, que las colmenas estén en zonas desfavorecidas o registradas en el Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega), entre otras cuestiones.