El primer ministro británico ingresó el pasado domingo en un hospital londinense después de varios días con síntomas persistentes del coronavirus.


Boris Johnson fue uno de los líderes mundiales que en un primer momento se negó a tomar medidas rotundas contra el coronavirus, el tiempo fue obligando al premier a dar marcha atrás en sus decisiones de forma paulatina, hasta el punto de tener que decretar medidas iguales a las aplicadas en el resto de países europeos.


Desde Downing Street lanzan un mensaje de calma. “El Gobierno sigue adelante. El primer ministro está en manos seguras y nosotros nos mantenemos detrás de él con un increíble espíritu de equipo”, señalaba Dominic Raab, ministro de Exteriores británico y ahora, provisionalmente, personal al mando del Gobierno.


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