Están a vista de todos. Lugares que reclaman la atención con sus neones en las periferias y viales secundarios. Pese a que se sabe que muchas mujeres son explotadas en los clubs de alterne, ni el gobierno ni el movimiento feminista tienen una opinión consensuada sobre cómo abordar la prostitución.
España es el primer país europeo en consumo de prostitución, muy por delante de todos los demás. Según Naciones Unidas, el 39% de los varones españoles han pagado dinero en alguna ocasión a cambio de mantener relaciones sexuales.
El propietario de un club de alterne en Guntín (Lugo), F.J.R., aseguró en noviembre en el juicio contra él y otras tres personas, que "desconocía" lo que se hacía en las habitaciones, al tiempo que ha negado que hubiese "relación laboral" con las mujeres que allí ejercían la prostitución. Finalmente el y otros tres acusados salieron absueltos.
Además, se calcula que en España ejercen la prostitución unas 350.000 mujeres, la mayoría de las cuales son extranjeras y se encuentran en situación irregular. Por nacionalidades, estas mujeres suelen proceder de Brasil, Colombia, Nigeria, Rumanía, Rusia y Ucrania.
Las ganancias globales de este negocio son astronómicas: en todo el mundo, la trata de personas mueve alrededor de 1,3 billones de dólares, y casi la mitad de este montante se genera en los países del primer mundo.
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