Las administraciones española y catalana han pactado un comunicado conjunto, prueba que el encuentro no ha descarrilado, como temían muchos y aguardaban otros tantos. Sánchez tiene más cerca que le aprueben los presupuestos.
El Gobierno español y la Generalitat catalana han acordado que la mesa de diálogo sobre el "conflicto" que definen como de "naturaleza política" en Cataluña se reúna una vez al mes y busque posibles consensos que deben formularse "en el marco de la seguridad jurídica", sin ninguna referencia a la Constitución.
Así lo contempla un comunicado conjunto que las dos delegaciones han pactado al término de una reunión de tres horas en el Palacio de la Moncloa que supera las expectativas bajas con las que afrontaban este encuentro presidido por el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, Quim Torra.
Desde la cúpula del PSOE reconocían este miércoles la importancia de que esta reunión de la mesa fuese bien para que se facilitase la aprobación el jueves en el Congreso de la nueva senda de estabilidad presupuestaria, acuerdo del Gobierno que se publica junto al límite de gasto, conocido comúnmente como 'techo de gasto', y que precede a la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado.
Para sacar adelante la votación y someter la senda a una nueva votación en el Senado, el Gobierno de Pedro Sánchez cuenta ya, además de PSOE y Unidas Podemos, con los votos del PNV, Más País, Compromís, Nueva Canarias y Coalición Canaria, lo que suma 166 votos.
Ante el rechazo de PP, Vox y Ciudadanos, contrarios a establecer un mayor margen de déficit como ofrece el Ejecutivo, el Gobierno necesita la complicidad de formaciones independentistas, como Esquerra Republicana y Junts per Catalunya, para atraerlos, al menos, a la abstención. Tanto ERC como Junts pospusieron su decisión al respecto hasta después de la celebración de la reunión constitutiva de la mesa de diálogo.