Fuera del martillo, hay una gran variedad de herramientas de bricolaje que pueden solucionar más de una chapuza casera.
El bricolaje se ha destapado en los últimos años como uno de los hobbies a los que recurren los españoles para llenar su tiempo libre. Albañilería, carpintería o jardinería son algunas de las disciplinas que engloba el mundo del bricolaje, que se ha visto beneficiado en gran medida por la apertura de grandes superficies comerciales especializadas en este campo. Sin embargo, a pesar de que nunca han sido tantas las marcas y centros de venta como hoy en día, es cierto que en el bricolaje cuenta tanto la maña del “artista” como las herramientas que maneja. Y algunas de ellas no están al alcance de todos los bolsillos.
No obstante, no todo está perdido para aquellos que quieran iniciarse en el mundillo sin hipotecarse. Compañías como la holandesa Fixami venden, a través de su web fixami.es, herramientas de calidad profesional, de las mejores marcas del mercado y a los mejores precios. Por esto la empresa neerlandesa se ha descubierto como uno de los grandes centros de referencia tanto para aficionados al bricolaje como expertos de la construcción, que asesorados por los expertos de Fixami encuentran siempre las mejores herramientas para todas aquellas labores que deseen desempeñar.
Con todo, hay al menos diez herramientas que no deben faltar nunca en la caja o el cinturón de un verdadero manitas y que van más allá del clásico martillo (también imprescindible, por otro lado):
-Taladro: Compactos, cómodos y manejables. Con multitud de accesorios y funciones, el talado se ha abierto paso como la herramienta multiusos tanto en la construcción como el bricolaje. Aunque los hay de cable, indudablemente es mucho más práctico uno de batería, menos engorroso tanto para el manejo como para el transporte.
-Lijadora: Se acabaron las superficies rugosas. Las lijadoras permiten dejar casi cualquier tipo de superficie lisa y plana, ideales para trabajar con madera. Como con los taladros, la aparición de las lijadoras de batería ha dejado en un segundo plano a las de cable.
-Nivel de burbuja, cinta métrica y escuadra ajustable: Tan importan es que quede liso como que quede recto. Además, tampoco queremos pasarnos de largo ni quedarnos cortos. La precisión es fundamental en este campo, donde cada milímetro cuenta.
-Alicates y destornillador: Fuera de las herramientas eléctricas y del ya mencionado martillo, estas tal vez sean los mejores amigos del electricista y de todo buen manitas. Tanto para solucionar una chapuza como para ponerse manos a la obra con otras aventuras más arriesgadas: no habrá puerta que se resista a un destornillador ni cable que aguante a un alicates. Además, el portal web ofrece una variedad infinita con las dos herramientas, desde alicates de boca plana o de cremallera hasta un destornillador cuadrado o de punta magnética.
-Guantes de trabajo y gafas protectoras: Seguridad ante todo. No hay labor pequeña ni 100% segura. Y como un descuido lo puede tener cualquiera, mejor estar bien protegidos, especialmente partes tan vulnerables como las manos o los ojos.
-Pegamento: Todo se rompe, pero también todo tiene solución. El pegamento, bien aplicado, resuelve más de un aprieto, aunque hay que ser muy cuidadoso y elegir muy bien tipo de pegamento que tenemos que utilizar, ya que la superficie donde se va a aplicar o el nivel de fijación que buscamos conseguir determinarán el resultado final.