Takao Kato , CEO de Mitsubishi Motors  


La marca japonesa promete que colaborará con las autoridades alemanas en la investigación. La fiscalía sospecha que algunos modelos tienen un programa que falsea los datos de contaminación, algo similar al Dieselgate que afectó a otras marcas.


Los tribunales alemanes han realizado hoy 10 registros como parte de una investigación sobre "fraude" en relación con los motores diésel instalados en los vehículos de Mitsubishi, según ha anunciado la Fiscalía de Frankfurt.


"Hay sospechas de que los motores están equipados con un dispositivo que los hace parecer menos contaminantes en las pruebas que cuando están en funcionamiento", explican las autoridades.


La investigación está dirigida a "los jefes de un grupo automovilístico internacional", "dos fabricantes de equipos internacionales" así como a una empresa comercial.


"Hay sospechas de que los motores están equipados con un dispositivo que los hace parecer menos contaminantes en las pruebas que cuando están en funcionamiento", explican las autoridades.


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