Desde Caracas. Juan Guaidó, el líder venezolano de 36 años que se catapultó a la política en enero de 2019, no las tenía todas consigo para repetir el próximo 5 de enero en los cargos de Presidente Encargado de Venezuela y Presidente de la Asamblea Nacional para seguir impulsando la salida de la dictadura de Nicolás Maduro.


Por un momento su fulgurante estrella se opacó a finales del 2019 por subestimar a Maduro en sus maniobras para permanecer en el poder, gracias a las manos rojas de Rusia, China y Cuba que lo han atornillado en el Palacio de Miraflores.


Es difícil entender cómo el respaldo financiero, represivo y militar de solo 3 países aliados han podido apuntalar a un dictador caribeño en el poder frente a 60 países democráticos que apoyan a su adversario Juan Guaidó para que cese la usurpación de la Presidencia de Venezuela, de manera pacífica pero con presiones diplomáticas y sanciones comerciales e individuales contra los altos cargos del régimen.


Por ahora, han podido más las maniobras perversas y sanguinarias de la dictadura (casi 200 asesinatos en las protestas). A la arremetida de Maduro contra Guaidó se han sumado los grupos radicales de la oposición que le reclaman el uso de la fuerza para salir del tirano como único medio eficaz, ya que se han experimentado todas las vías posibles y el tirano continúa ahí todavía.


Varios diputados de los que se decían opositores, cuyas conciencias ha comprado Maduro por un millón de dólares, se le han volteado a Guaidó. Y otros que el régimen ha intentado encarcelar e inhabilitar han visto tambaleada su reelección en el parlamento.


Pero el 5 de enero habrá sorpresas contra los deseos agoreros de los chavistas. Guaidó nos confiesa que le sobran votos para ser reelegido en el cargo, "la clave del 2020 es que se trata del año de la libertad y del cambio de gobierno en Venezuela".


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