Dos de los cuatro intrépidos opositores que se lanzaron a alquilar una avioneta para poder presentarse a las oposiciones en Madrid y Galicia, que se celebraban el mismo día, han logrado plaza para quedarse en la comunidad gallega, concretamente en Verín.
La necesidad llevó a los aspirantes a alquilar una avioneta
Su hazaña puede inspirar a otros que, como ellas, viven entre libros y apuntes para lograr algo que cada vez parece más y más lejos: estabilidad laboral. Las oposiciones de enfermería se celebraron el pasado mes de mayo en trece comunidades autónomas y todas ellas en el mismo día, el domingo 12. Esta situación provocó que cuatro aspirantes a una de las plazas (830 en el caso del concurso gallego para 8.000 aspirantes) decidiesen doblar esfuerzos y presentarse a dos oposiciones el mismo día.
38.000 RIVALES
El problema son los casi 600km que separan Silleda, donde tuvo lugar el examen gallego, de la capital de España. ¿Solución? Alquilar una avioneta para poder hacer el examen en Madrid por la mañana y en Silleda por la tarde. Una idea a priori peregrina pero que ha resultado una inversión acertada para dos aspirantes que han sacado plaza en Verín, a pesar de que en Madrid la oferta era mucho mayor: 5.000 plazas -aunque con 30.000 adversarios-.
Mercedes Gómez, una de las enfermeras que se embarcó en esta aventura a contrarreloj y que ha visto recompensado su titánico esfuerzo, declaró después de la aventura en Faro de Vigo que, después de 18 años de experiencia pero sin plaza fija, “merecía la pena intentarlo”. La otra feliz protagonista es Vanesa Faro, que también ha logrado su objetivo. La otra cara de la moneda son los otros dos viajeros, otra enfermera y un enfermero que seguirán luchando por esa cotizada plaza fija.
PRECARIEDAD
Y eso que las oposiciones de Silleda de este año tampoco fueron el escenario más alentador. La convocatoria de enfermería estuvo marcada por las protestas del colectivo 'Enfermeiras Eventuais en Loita', que aprovechó el concurso para teñir de negro una OPE que sirvió para denunciar la precariedad del sector, que se visibilizó más tarde con un manifiesto en el que denunciaban que los profesionales de enfermería viven "esclavizados y sin derechos". Sin ir más lejos, la necesidad de alquilar una avioneta para poder tener más oportunidades por una plaza evidencia aún más la precariedad del sector.
Ahora las dos seguirán batallando día a día por la sanidad pública pero con una seguridad laboral que otrora parecía inalcanzable. Y en Verín van a tener mucho que pelear, ya que el hospital verinés está de actualidad estos días por el cierre del paritorio, una decisión que sacó a la calle a toda la localidad y los vecinos de los pueblos a los que presta servicio el centro hospitalario en protesta por esta medida de la Xunta. Ahora el Hospital de Verín cuenta con dos nuevas guerreras que a peores retos se han enfrentado.