La Dirección Xeral de Saúde Pública de la Consellería de Sanidade realizó un análisis pormenorizado de la empresa proveedora el pasado 13 de agosto después de recibir la alerta por el lote de latas de atún presuntamente contaminado. Los resultados de la inspección a Frinsa del Noroeste y no registraron anomalías en el tratamiento para las conservas después de verificar los controles de producción y los procesos de esterilización.
Fachada de la conservera Frinsa del Noroeste
Así lo ha comunicado la propia consellería, que tras recibir la primera notificación por parte de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria comenzó el proceso para recabar “información complementaria” de forma “inmediata”. Así, se supo que todo el producto investigado fue suministrado exclusivamente a DIA y no a otras marcas distribuidoras.
De forma paralela desde la Xunta se mantuvo "contacto permanente" con la comunidad autónoma de Castilla y León con el fin de "evaluar la trazabilidad de los restantes productos empleados en el menú que supuestamente causó esta intoxicación puntual".
NUEVA INSPECCIÓN ESTA MAÑANA
Esta misma mañana la empresa conservera fue sometida a una nueva inspección “complementaria” tras recibir la confirmación de la presencia de la toxina en la muestra del producto empleado en el plato que causó la indisposición de los afectados. "Esta visita a la industria de hoy por la mañana tuvo por objeto verificar el mantenimiento preventivo al que se somete el autoclave en el que se elaboró el lote identificado previamente", explican desde Sanidade.
Previamente, la empresa ya había sido sometida a una inspección el pasado 13 de agosto. Con todo, Sanidad ha solicitado a Frinsa un nuevo estudio de distribución de temperatura y test de penetración del calor del autoclave implicado, con el objetivo de verificar "el correcto funcionamiento del mismo".