El botulismo es una enfermedad que se produce por la ingestión de alimentos contaminados con la toxina botulínica, según informa la Clínica Universidad de Navarra. La enfermedad se caracteriza por provocar sequedad bucal, náuseas y vómitos, además de parálisis muscular progresiva, mareos y, en ocasiones, problemas respiratorios.
Latas de atún similares a la del producto investigado
Los alimentos que contienen esta toxina se contaminan por dos vías: o bien por una mala preparación; o bien por un fallo en la conservación del alimento. En el caso de las latas de atún que están siendo investigadas de la marca Frinsa la hipótesis de una mala conservación por parte de los consumidores es la que está ganando peso en estos momentos, según fuentes cercanas a la compañía. Con todo, se han iniciado los protocolos para la retirada de la partida que puede estar contaminada además de los análisis de todos los lotes sospechosos.
BOTOX
Esta toxina es comúnmente utilizada para usos destinados a la clínica estética. Las inyecciones de botox provocan una parálisis muscular donde se aplique -generalmente se usa en la cara para prevenir la formación de arrugas o suavizar aquellas ya existentes-.
Con todo, tambien es un elemento utilizado en áreas como la neurología para fines terapéuticos