Nueva polémica entre Abel Caballero, el alcalde socialista de Vigo, y la directiva de Carlos Mouriño en el RC. Celta. El club carga contra el edil por la "inadmisible reforma de laGgrada de Río", críticas que también lanzan varias peñas. El ayuntamiento se defiende reconociendo algunos problemas pero diciendo que el club se lavó las manos.
Varios grupos de peñas que han visitado este miércoles los nuevos asientos de la grada de Río Baixo de Balaídos han criticado la falta de espacio entre las filas a través de Twitter, mientras que el Ayuntamiento de Vigo ha afirmado que ha remitido información al respecto al R.C. Celta en varias ocasiones sin obtener respuesta.
Una imagen difundida por el Celta de la Grada de Río
También lo ha hecho el propio club mediante un comunicado. "La actuación del Concello en esta grada dio como resultado una disposición de los asientos inadmisible por el perjuicio que causa a abonados y aficionados", denuncian los celtiñas ante la "incalificable reforma". El Club recuerda que hace años que no se involucra en las reformas del estadio municipal.
LECTURA POLÍTICA DE LA POLÉMICA
Hay que recordar que Caballero (PSOE) y Mouriño llevan años de enfrentamiento. El empresario pretendía que el ayuntamiento le cediese la titularidad del estadio, Caballero se negó y ahora el Celta planea marcharse al vecino municipio de Mos, operación en la que cuenta con el apoyo de la Xunta y el PP. Lo de los asientos es, pues, un nuevo capítulo en esta confrontación.
VERSIÓN DE ABEL CABALLERO
Mediante una carta remitida al presidente del club, Carlos Mouriño, el gobierno local ha asegurado que, tras la finalización de los trabajos, entre el 6 y el 9 de julio se recibieron emails de un empleado del club para demandar un cambio de numeración en los asientos. Además, ha apuntado que, el 10 de julio, se recibió un escrito firmado por el director de seguridad del estadio, Julio Vargas, en el que se hacía referencia a "deficiencias" de los asientos.
Ante esta situación, el Ayuntamiento ha remarcado que, entre el 29 de mayo y el 4 de junio, antes de la instalación de los asientos, se instó a la revisión de las características de los mismos al club deportivo, así como a celebrar una reunión para "cualquier aclaración o coordinación". Sin embargo, ha criticado que no se obtuvo respuesta en ninguna de estas ocasiones, por lo que ha denunciado la actitud "obstruccionista" del Celta.
En esta línea, ha insistido en qu e la instalación de los asientos se llevó a cabo con "conocimiento y seguimiento" del personal del club, así como en que responden a los "más altos estándares de calidad" que marca la normativa vigente. También ha apuntado que presentan la misma distancia entre filas que los de la grada de Río Alto y que se trata del mismo modelo.
RECONOCE DEFICIENCIAS
Además, ha indicado que todavía no se ha finalizado la actuación debido a que los técnicos municipales han detectado "deficiencias" en la distancia horizontal de algunos asientos y ha recordado que el Celta tiene capacidad para realizar las modificaciones que considere precisas en los mismos tras su adquisición por parte del Ayuntamiento.