El sinsentido, la mayoría de las veces, lleva a quien lo practica a estar permanentemente desubicado. ¿Es una pose? Es resultado de ponerse las orejeras y persistir en su error, sin voluntad de enmienda. Lo preocupante del tema es cuando los efectos los sufren los demás, no el autor.
En la XXXV reunión del Círculo de Economía que se está celebrando estos días en Sitges, donde está lo más representativo del empresariado catalán, se han alzado voces discrepantes -pocas- contra el gobierno de la Generalitat por su persistencia en la ruta del proceso. La presencia del presidente Torra en la jornada de inauguración era esperada con expectación por parte de unos y con poco entusiasmo por otros. Lo cierto es que el presidente por delegación parecía más un activista político de partido que el máximo responsable del gobierno de Catalunya.
Una de las "virtudes" de Torra es pronunciar el mismo discurso sin tener en cuenta el lugar en que se encuentra, ni su auditorio. Siempre le ha salido bien, nadie le ha llevado la contraria, quizás por eso su "arenga" ante los empresarios que no llenaban la sala, volvió con el mantra del referéndum, la represión del estado, el juicio de los políticos presos, la cohesión de la sociedad catalana, que la Generalitat gestiona con rigor, y que la ciudadanía ha ratificado las políticas del Govern. A parte del victimismo que ya es como un disco rayado, no ha explicado nada de la política económica de su gobierno y las acciones para generar confianza en el empresariado que ve cómo la situación sigue estancada, sin visos de que las empresas que se marcharon vuelvan. Decía Voltaire que "Piensa por ti mismo y deja a otros que también disfruten de ese privilegio".
Frente al discurso victimista, ramplón y cansino de Torra, el presidente del Círculo, Josep María Bruguera, con la diplomacia que le caracteriza, le ha advertido de la pérdida de poder económico de Catalunya, de la falta de grandes proyectos y también le ha recordado que "priorizar la independencia lleva a olvidar la gestión diaria".
Bruguera ha puesto de manifiesto la falta de grandes proyectos y salir del impasse en que se encuentran las instituciones catalanas que se encuentran faltas de liderazgo.
Más de un empresario, en privado, manifestaba que "este hombre ha perdido la cabeza, no se da por enterado de lo que está sucediendo en el país."
Para los empresarios que no esperaban nada nuevo de Torra, se han reafirmado en su opinión.
Mientras, en lo que va de año, Catalunya supera los 400 concursos de acreedores, lo que representa un 28 por ciento del total nacional. ¿No le interesa al Govern? "Cada día sabemos más y entendemos menos”, decía Albert Einstein.