Ciudadanos no apoyará la probable investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, ni siquiera con una abstención en la segunda votación. Lo ha confirmado hoy tras reunirse con el mandatario socialista en Moncloa durante casi una hora.


Albert Rivera responde así a la estrategia del PP, cuyo líder, Pablo Casado, lo animó ayer abstenerse, algo que Rivera considera un chiste. Los naranjas insisten así en su estrategia de mostrarse como líderes de la oposicion, pese a que quedaron un punto porcentual por detrás de los 'populares' en las generales. "Cs gobernará cuando el Ejecutivo de Sánchez se desmorone", declaró. 


OFRECIMIENTO PARA APLICAR YA EL 155

Sobre el conflicto en Cataluña, el presidente de Ciudadanos ha pedido este martes al jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, que active el proceso para una eventual activación del artículo 155 de la Constitución remitiendo al president de la Generalitat, Quim Torra, el preceptivo requerimiento previo exigiéndole que acate la Constitución.


En rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa, Rivera ha afirmado que en su partido están convencidos de que en Catalunya, en vez de dar más competencias a la Generalitat, como los socialistas quieren hacer en materia de justicia, ha dicho, "hay que vigilar, controlar y aplicar la Constitución" y por ello ha ofrecido los 57 escaños de su formación.


Rivera ha indicado que desde Cs están "hartos" de que los Comités de Defensa de la República (CDR) "corten autopistas", de que la televisión pública ataque a la oposición o de que se "cuelguen esteladas en los colegios".



Sánchez ha recibido a Rivera un día después que al presidente del PP, Pablo Casado, en un intento de dar un trato singular a Casado para remarcar así su papel como principal líder de la oposición, pese a la corta distancia (de tan sólo 9 escaños en el Congreso) que le separa de Ciudadanos tras los resultados del 28 de abril.


Al igual que con Casado el lunes, Sánchez ha salido a recibir a Rivera a la escalinata del Palacio de la Moncloa, aunque no ha llegado a bajar ningún peldaño, en cuanto el vehículo que conducía a Rivera llegó a las puertas del Palacio.


"Hola, Albert", le ha saludado Sánchez, estrechándole la mano. Ambos han posado unos instantes ante las cámaras, dándose la mano, mientras se preguntaban con cortesía qué tal les iba todo.

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