La batalla por controlar las listas electorales a las próximas elecciones generales, europeas y municipales por parte del conglomerado de los convergentes representados por el PDeCAT, pero que concurrirán a los comicios como JxCat más los afines a Puigdemont, ha sido ganada por goleada por el huido a Bruselas. Además, para que no haya dudas, se ha elegido asimismo como cabeza de lista al parlamento europeo con el fin de seguir con su campaña de internacionalizar el conflicto, hacer la puñeta a sus compañeros y de paso conseguir más votos que Oriol Junqueras para demostrarle que él es el segundo Mesías que llevará a su pueblo hasta las puertas el Parlamento, pero que no ocupará su asiento. Puigdemont es la vanidad elevada al séptimo cielo. "Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores", decía Antoine de Saint-Exupéry.
Lo malo del asunto es que, aunque consiga los votos necesarios, no podrá ocupar el escaño sin venir a España a recoger su acta, lo que dejará jorobado a otros de sus colocados en las listas, si no presentan después su renuncia y pueda entrar el siguiente de la lista. De lo que se trata es de seguir enseñando músculo, de promocionar a los suyos, que no tienen experiencia política y son unos talibanes de cuidado, y dejar en la cuneta a los otros, los más preparados y con experiencia. Puigdemont no perdona a los que no han defendido sus tesis surrealistas.
Los primeros lugares de las listas están copados por políticos encarcelados o huidos, a excepción de los que ya no son amigos suyos. Los cabezas de lista serán los presos Jordi Sànchez (Barcelona) seguido de la hasta ahora consellera Borrás, JordiTurull (Lleida), Josep Rull (Tarragona), Ferran Bel, el abogado de Puigdemont Jaume Alonso-Cuevillas (Girona), Xuclà irá de cuarto, Joaquim Forn será alcaldable por Barcelona, seguido por Elsa Artadi y Neus Munté. El exconseller Lluís Puig, huido de la justicia española, se presenta por el Senado.
El hasta ahora portavoz en el Congreso Carles Campuzano, que ha realizado un gran trabajo pero no es de su "colla", podría ir de número cinco, sin posibilidades de salir, según las en cuentas. Un gran valor que pierde la sopa de letras del partido del expresidente Pujol y su familia.
¿Cuál es la estrategia de Puigdemont en la confección de las listas? Crear un eje Madrid, Barcelona y su sede de la República imaginaria que es Waterloo coordinado directamente por él, sin tener oposición. A Campuzano no le perdona sus buenas relaciones con el PSOE y su voluntad de querer apoyar los presupuestos del Gobierno de Sánchez, aunque al final no fue así.
El huido pretende tener controlado al grupo parlamentario que salga en las elecciones del 28-A, y que adopten una postura más dura y, en su línea de fustigar al gobierno que salga, aunque según las encuestas, los resultados no son nada buenos.
Las conclusiones que se pueden extraer de lo que está sucediendo es que los moderados de la ex Convergència no han sabido pararle los pies a Puigdemont, que se ha hecho con el poder absoluto del partido desde Waterloo, sin que los que están ahora al frente del partido hayan sido capaces de pararles los pies en esta carrera suicida para ganarle a su rival político, convertido en enemigo mortal que es Oriol Junqueras.
Ni la bruja Lola hubiera predecido la transformación ideológica que ha sufrido el partido de Jordi Pujol. ¡Quién lo ha visto y quién lo ve!