El motivo de esta anomalía en el servicio “solo se entiende”, según el sindicato, “desde el propósito de la Dirección General de Policía de no abonar los fines de semana y evitar las compensaciones”.


El Sindicato Unificado de Policía ha trasladado al delegado del gobierno en Galicia sus denuncias en torno a la situación de la VIII Unidad de Intervención Policial, con base en Galicia, desplazada a Madrid y que presta servicio en las estaciones de tren de Atocha y Chamartín y en el aeropuerto de Barajas. Esta unidad, como denuncia el sindicato, presta un servicio de “aproximadamente el 50% del personal” durante los fines de semana “especialmente los domingos” por decreto de, la Comisaría General de Seguridad Ciudadana.


Esta orden, contraviene la Seguridad Ciudadana ya que el fin de semana, y principalmente los domingos, la confluencia de personas que transitan por las estaciones de tren y el aeropuerto de la capital es significativa”, expone el sindicato, que no ve ningún tipo de motivo para que esta situación se mantenga. “Esta instrucción sólo se entiende desde el propósito de la Dirección General de Policía de no abonar los fines de semana y evitar las compensaciones a los funcionarios de la Unidad de Intervención Policial que se desplazan a Madrid”, lamenta el SUP en su comunicado.


“En un escenario de elevada conflictividad social y de persistencia del nivel 4 de alerta antiterrorista, que también afecta a los fines de semana, días esos, en los que es necesario reforzar la presencia de la Unidad de Intervención Policial en los puntos críticos, es difícil de explicar cómo puede verse reducida la presencia policial en torno a la mitad”, justifica el sindicato.


Así las cosas, el sindicato ya ha puesto en marcha los mecanismos para denunciar esta situación poniéndolo en conocimiento del delegado del gobierno en Galicia y de la Jefatura Regional de Operaciones, solicitando que se traslade “la CGSC y a la JUIP esta anómala situación para que los funcionarios desplazados desde Galicia a Madrid no vean reducido al 50% el servicio durante el fin de semana”, entendiendo que esto supone un “riesgo innecesario a la ciudadanía y a los propios policías, en un momento en el que esos puntos estratégicos deben incrementar la seguridad y la presencia de efectivos”

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