No complicarse innecesariamente para ahorrarnos tiempo y costes. Esta es una de las reglas de oro de cualquier acción de marketing, que sin embargo a menudo se olvida en estos días de fervor por la segmentación de públicos  y las redes sociales. 



Entrega de flyers en una acción solidaria | Diario de Madrid CC Wikimedia


¿Es necesario devanarnos horas y horas los sesos en Facebook intentando adivinar cada una de las características y gustos de nuestro público objetivo? No lo es, al menos si sabemos que ese público suele pasar por determinado punto de nuestro entorno. 


En ese caso, nos saldrá más barato -y muchísimo más efectivo que invertir en redes sociales- tirar de street marketing con algo tan tradicional como el reparto de folletos, también conocidos con el anglicismo de flyers .


Uno de los principales atractivos de las hojas volanderas es su bajísimo coste de produción. En los últimos tiempos, además, se pueden encargar muy facilmente a través de imprentas en línea, como, por ejemplo, https://helloprint.es.


Los reducidos precios y la facilidad de produción nos permite ediciones limitadas de ellos, con las que podemos ir personalizando el gancho que ofrecemos en función de nuestra oferta y de la respuesta observada entre nuestros clientes. 


Ahora bien, que sean baratos no significa que no debamos cuidar, y mucho, su apariencia. Como en cualquier diseño que incluya nuestra marca, debemos poner mil ojos en la composición. 


No sólo se trata de lograr que el cliente recuerde nuestro negocio cuando necesite un producto, sino de lanzar un mensaje  directo de que somos la mejor opción tanto en precio como en comodidad.  


El mensaje además debe de ser simple y claro. Los folletos no son la pantalla de un móvil, pero en nuestros días -ante la avalancha deestímulos visuales en la vía pública- el tiempo que nos puede conceder un peatón para interesarse por nuestro folleto es muy poco. Tenemos, literalmente, segundos para captar su atención y provocar una opción. 


 Por eso, una posibilidad a valorar es incluír en el folleto descuentos promocionales a los que presenten el folleto en nuestro comercio. Limitar el volumen de información es clave y para eso resulta interesante incluír códigos QR para explicar los detalles de las ofertas , logrando así no saturar el flyer con información no primordial.


Lo cierto es que la verdad es que no estan difícil adivinar el lugar por el que van pasar nuestros potenciales clientes. Si son jóvenes, los accesos de un campus es un lugar obvio; si son familias con niños, la hora de salida del colegio es un buen sitio por el que empezar; si son personas mayores la salida de misa es una opción ... Vistos los costes y la efectividad, merece la pena darle una oportunidad a uno de los formatos más clásicos de las estrategias de mercadotecnia, lo es por algo.

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