La polémica figura del relator, o del mediador, según quien lo defina, y la defensa a ultranza que ha hecho la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, de defender esta iniciativa en el marco de la mesa de partidos sobre Catalunya, ha hecho estallar las críticas internas en el PSOE y en el ejecutivo de Pedro Sánchez.
Desde el partido socialista y desde el Gobierno apuntan a Calvo como responsable de la polémica que se ha creado en torno a la figura del relator porque muchos dirigentes socialistas se muestran contrarios a esta iniciativa, ya que consideran que es ceder ante las peticiones de los independentistas.
La vicepresidenta sostiene que todo se hace en aras al diálogo y que hablar con quien piensa diferente a ti es lo que define a la política en mayúsculas, pero este argumento no convence a quienes creen que la mediación con Catalunya debe ir por otros caminos.
En este sentido, parte de la cúpula socialista considera que Calvo hizo esta promesa al vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Pere Aragonès, cuando antes debería haber consultado.
Así, consideran que Calvo improvisó y que en pocas horas ella misma se autocorrigió, al explicar ante los medios de comunicación que primero habló de un coordinador para las relaciones con Catalunya y horas después, en una comparecencia ante la prensa se refirió a un relator con el objetivo de tomar testimonio en la mesa de partidos.
¿CAMINO A EUROPA?
Las críticas a Calvo no son nuevas, ya que con la exhumación de los restos de Franco en el Valle de los Caídos ya se la acusó de protagonizar una medida que después tuvo que ir corrigiéndose.
La posible salida de Carmen Calvo sería continuar la carrera política en Europa, por lo que podría encabezar la lista a los comicios europeos.