El resultado oficioso de las primarias de En Marea, que da la victoria al bando de Luis Villares, no aleja a En Marea del riesgo de una escisión. En palabras del grupo crítico "Entre Todas abrirá un período de reflexión sobre el futuro del espacio de Unidad Popular, y no descarta tomar medidas legales".
La alianza de Podemos Galicia, ANOVA, Izquierda Unida y varias mareas (Compostela Aberta, Marea Atlántica, Ferrol en Común y otras) entiende que las elecciones no fueron justas. Denuncian que "el recuento de los votos se hizo sin la presencia de los interventores de Entre Todas y las votaciones no están auditadas, registrándose numerosas incidencias que impedieron el voto de muchas inscritas".
Ante esto reclaman una auditoría urgente de los comicios antes de "la proclamación definitiva de los resultados". El detalle de que se pida la auditoría antes de dar los resultados finales es muy importante.
El bando de Villares controla los órganos de En Marea, salvo el Consello Electoral, cuyo control no está claro del todo tras la expulsión de tres miembros de los oficialistas, en teoría por acceder al censo sin permiso. Si el bando de Villares no accede a la auditoría, hace valer de nuevo su control de los resortes orgánicos y se proclama vencedor oficial sin auditoría, los críticos de David Bruzos interpretarían un paso más en su "gestión oscurantista" y tendrían así en su mano un causus belli para desatar la escisión de En Marea.