Pablo Blanco, el joven agredido por un grupo de cinco personas en Pontevedra por llevar una camiseta con el lema ‘Galiza’ y la estreleira, atiende a Galiciapress para relatar lo ocurrido. Afortunadamente, el se encuentra “bastante bien, dentro delo que cabe”. “Si no se hubieran metido unos muchachos a ayudarme podría haber sido mucho peor”, subraya Pablo.
Jóvenes de Galiza Nova en una manifestación del Bloque en el Obradoiro
“Iba para casa por la zona vieja de Pontevedra. Vestía una sudadera abierta con una camiseta que pone ‘Galiza’ con la esteleira y escuché gritar a unos muchachos detrás de mí, pero seguí a lo mío”, narra Pablo sobre lo sucedido, tal y como se relata en la nota emitida por Galiza Nova. La estreleira es la bandera de Galicia con la estrella roja, usada a menudo por independentistas y nacionalistas gallegos de izquierda.
"Empezaron a correr hacia mí, a increparme y a darme patadas. Traté de cubrirme como pude y cuando estuve a punto de irme al suelo pensé “Si me caigo no se qué va a ser de mi”, porque claro, yo solo contra cinco, no sabía que podía hacer”, comenta el joven, todavía afectado.
RESCATADO POR OTROS JOVENES
“Tuve mucha suerte porque en ese momento un grupo de chicos y chicas pasaban por la zona, vieron lo que ocurría e intervinieron sacándome de allí. Sin ellos no sé qué sería de mí, la verdad”, afirma Pablo, que tuvo la fortuna de ser auxiliado por otros jóvenes que presenciaron la escena.
Además, el agredido quiere recalcar que él en ningún momento hizo nada que incitase a la violencia. “Quiero dejar claro que yo no estaba provocando, porque muchos pueden pensar que por ser galleguista podría haber empezado yo pero no es así”, recalca el joven.
Sobre si pudo identificar a sus agresores, Pablo admite que fue incapaz de reconocer a ninguno de ellos, porque “fue todo muy repentino, todo pasó muy rápido y yo solo traté de cubrirme”. Sin embargo, si pudo discernir que la edad de los agredidos está en torno a los “20 y 25 años, aunque tal vez tengan más”. “No sé ni si eran de Pontevedra, algo que me pregunta mucha gente, pero no tengo ni idea porque no los conocía de nada”, afirma el agredido.
NO DENUNCIA PORQUE CREE QUE LA POLICÍA NO "HACE NADA" EN ESTOS CASOS
Pablo afirma que no ha interpuesto una denuncia ante la Policía. “Iba a hacerlo pero, la verdad, aunque lo hagas, en Pontevedra no van a hacer nada” lamenta Pablo, que apoya su decisión en lo que le ocurrió a un compañero suyo hace unos meses por una situación similar. “A este compañero también le metieron una paliza en Pontevedra y cuando fue a denunciar a la Policía pasaron olímpicamente de él”, comenta con tristeza el joven, que asegura que la Policía pontevedresa “sabe perfectamente quién es esta gente, saben lo que hacen, pero vivimos en el país en el que vivimos y no hace nada, aunque mucha gente ha sufrido lo mismo que yo y lo ha denunciado sin consecuencias para los agresores”.
"DOBLE RASERO" DE LA POLICÍA
En los últimos meses, Pontevedra ha notado un incremento en torno a altercados relacionados con diversos grupos neofascistas. “En Pontevedra y en Marín los coches que llevan pegatinas de Galicia acaban destrozados, en Marín hicieron pintadas fascistas en la Cruz da Maceira (un monumento a los morracenses fusilados durante la Guerra Civil y la dictadura)…y ni los coches, ni las estatuas, ni las camisetas provocan a nadie”, relata Pablo, exponiendo estos casos.
“Dejan campar a sus anchas a estos individuos en los pueblos y ciudades, porque lo que me pasó a mi le puede pasar a cualquiera el día de mañana, aunque no sea galleguista, aunque solo sea de izquierdas y vaya hablando de un tema con un amigo o algo, esta gente te escucha y se lanza a por ti, con la impunidad que le dan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, censura Pablo.
Pablo también denuncia el doble rasero que medios y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tienen ante este tipo de casos. “Si se hubiera dado al revés, seguro que venían a por nosotros”, critica Pablo. “Creo que si hubiera sido un joven agredido con la camiseta de España hubiera tenido más repercusión mediática, pero como no fue así…”, sentencia el joven agredido.