El compostelano Borja Iglesias es una de las revelaciones de la temporada y llama a la puerta de Luis Enrique a base de goles.


Borja Iglesias celebra un gol ante el Valencia / Foto: La Liga


Los que lo pudimos disfrutar en Segunda B vemos lo que está haciendo Borja Iglesias como lo habitual en un jugador de su talla. Sin embargo, y a pesar de que ya el año pasado fue una de las sensaciones de Segunda División con el Real Zaragoza, hasta este curso el gran público todavía era ajeno a las habilidades del ariete compostelano. Ahora, en su primera temporada en la élite después de no tener sitio en el Celta de Vigo, se ha erigido como líder en el ataque del Espanyol y, a base de goles y buen juego, entra en las quinielas para figurar en la próxima lista de la selección española.


EL CAMINO DEL PANDA

Borja Iglesias llegó al filial del Celta en 2013, después de crecer en la cantera del Villarreal. Con 20 años, en su primera temporada como celeste, ya dejó pinceladas del nueve que habían fichado los olívicos. En la siguiente temporada superó las expectativas, con 17 dianas en la división de bronce del fútbol español. Luego otra temporada más con el Celta B, que cerró con 12 goles, demostrando que Segunda B le sabía a poco.


Sin oportunidades con el primer equipo, aguantó contra pronóstico otra temporada más en Segunda B, liderando el ‘Panda Team’, un equipo que contaba con Borja Fernández, Gus Ledes o Kevin en la mejor camada de la historia del Celta B, dirigida por Alejandro Menéndez. Un playoff de ascenso frustrado y 34 chicharros lo llevaron a ser objeto de deseo de un montón de clubes. Con los mayores del Celta seguía sin tener sitio y los equipos de Primera no se atrevieron a darle la alternativa, por lo que dio el salto a Segunda de la mano del Zaragoza. Otro pinchazo en playoff y 23 goles de plata después, ‘El Panda’ pasó a ser el ídolo de la afición mañica.


Rotos todos los registros y abriéndose paso a codazos y goles, al Celta no le quedó otra opción: o le daba una oportunidad o lo dejaba salir a un Primera. Maxi Gómez y Iago Aspas le cerraban la puerta de la titularidad, por lo que Borja cogió un vuelo a la ciudad condal para enrolarse en las filas de un Espanyol que se dejó 10 millones en contratar al gallego, convirtiéndose en el fichaje más caro de la historia blanquiazul.


En su debut en Primera División, el compostelano está siendo una de las principales revelaciones de La Liga, al igual que su Espanyol, que se encuentra a las puertas de la Champions con 18 puntos. El ex del Celta, que todavía guarda una opción de recompra, ha demostrado en sus diez primeros partidos que es un delantero de nivel mundial, al que le tendrían que haber dado una oportunidad mucho antes. Escudado por la calidad de Melendo, Sergi Darder o Granero, con 5 goles es el máximo artillero periquito, pero aunque ya ha dejado muestras de su talento, el panda alfa todavía tiene mucha liga para demostrar todo su potencial.


Iglesias es un nueve que a pesar de su envergadura no anda escaso de potencia y cabalgada. Excelente rematador y con un todavía mejor juego de espaldas, Borja aspira a seguir aumentando sus cifras goleadoras, que ya han llamado la atención de Luis Enrique. Su nombre está anotado en rojo en la lista del seleccionador nacional y no son pocos los equipos que ya piensan en el saniagués de cara a la próxima temporada. De momento, es la parroquia espanyolista la que se frota las manos cada vez que Borja Iglesias salta a la cancha. Un panda anda suelto por Cornellá-El Prat, y tiene las garras bien afiladas. 

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