El profeta Samuel está considerado en el Talmud como el más grande de los profetas de Israel, del mismo nivel que Moisés. Samuel además de proclamar rey a Saúl -el predecesor de David, a su vez padre de Salomón-, era un semidiós para todos los judíos de su época, y por supuesto para sus descendientes.
Y como quiera que en Catalunya está cayendo la de Yahveh, y casi todos los dirigentes independentistas consideran que sus seguidores son el pueblo elegido que viaja hacia la independencia prometida, me he sentido obligado a recoger con espíritu bíblico, cada una de las palabras que pronuncian aquellos que pastorean algunas de las tribus secesionistas y, por supuesto, tomármelas en serio.
Por ejemplo el Diputado Rufián, que nunca nos defrauda a los periodistas por su admirable capacidad para colocarnos frases tremendas en los momentos más oportunos. Este miércoles, cuando Vds. lean los periódicos, se encontrarán con la última de las susodichas, que más que un titular, es una auténtica profecía que el mismísimo Samuel firmaría como suya si fuera catalán de Sitges: "Los ultimátums los carga el diablo", le ha dicho el de Esquerra nada menos que al Molt Honorable Torras después del envite parlamentario del president al líder socialista Pedro Sánchez.
A partir de ahí, qué quieren que les diga. A mí me parece que sucederán cosas de carácter histórico que solo el Profeta Rufianías -permítame el interesado que le llame así con profunda admiración- sabe, como decimos los plumillas en exclusivo prime time.
Vamos, que Su Señoría ha pasado de la dialéctica fácil y corrosiva al status adivinatorio que, en el mundo de la política, es un bagaje muy valioso y que a su partido, ahora mismo, le permitirá saber con absoluta certeza si Ernest Maragall va a ser el próximo alcalde de Barcelona, y si, como queremos unos cuantos, a Oriol Junqueras le van a poner pronto en la calle.
Torra lo tienes claro. Esquerra, a la chita callando, se ha hecho con un arma temible: Un profeta. No creo yo que eso, ni con la gran inteligencia de la mismísima Elsa Artadi, seáis capaces de superarlo.
Extasiado me quedo esperando los nuevos mensajes del divino Rufianías. Esto sí que no me lo pierdo.