El mes de agosto, por lo general, solía ser tranquilo políticamente hablando. Llevamos ya unos años que no está siendo así. A los incendios de los montes, no hay año que fallen, ahora se han sumado los políticos. Ya no hace falta la serpiente de verano para romper la sequía informativa de agosto, hay noticias cada día.


La actividad parlamentaria se ha ido de vacaciones, algo más de un mes. En Catalunya, por las discrepancias políticas, se han añadido un mes más. Eso sí, el sueldo de sus señorías no sufrirá ningún recorte por el descenso de actividad.


Los jueces que llevan, tanto en Catalunya como en Madrid, los casos del independentismo catalán; 1 de octubre, desobediencia del Parlamento de Catalunya, etc., han acortado sus vacaciones, algunos incluso no se han ido. El titular del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona que investiga los preparativos del “referéndum” del 1 de octubre ha pedido al TSJC que investigue también al vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, además de Lluís Salvadó y Josep María Jové. No estaba previsto, aunque algunos pensaban que Aragonès había jugado un papel importante en los preparativos del evento. La petición del juez ya ha sido interpretada como una nueva agresión y ERC ha puesto el grito en el cielo, denunciado el acoso de la justicia al independentismo. ¿Será a los actos ilegales?


El devenir de los días, y la proximidad de los juicios hacen que los ánimos vayan calentándose cada día más. 


Las declaraciones de los políticos animan el cotarro, los incidentes entre independentistas y “constitucionalistas” van en aumento, aunque algunos gobernantes digan que son casos aislados, no lo son... Mientras, los políticos que están en las prisiones catalanas, y sus abogados van recusando al juez Llarena. Contribuyen también los familiares de los mismos, sus amigos, los partidos políticos, la ANC y Òmniun Cultural. 


Hay que aprovechar cualquier momento para seguir presente en los medios de comunicación. La llama debe estar encendida permanentemente, sin tregua alguna. No se puede bajar la guardia.


Marta Rovira, que se encuentra huida en Suiza,  y en menor medida Anna Gabriel, han optado por el silencio.  No se sabe la actividad que realiza Rovira, ni ha realizado ninguna declaración, desde hace ya algún tiempo. ¿Cómo interpretar la actitud de la republicana? Algunos afirman que estar lejos de su familia y amigos le ha afectado mucho y se plantea dejarla. Gabriel, de momento quiere pasar desapercibida, aunque por poco tiempo.


La exconsellera Meritxell Borràs, también se ha apartado de la primera línea mediática y está muy callada. Pese a llevar años metida en la actividad política se ha apartado discretamente de la misma. No hace declaraciones y quiere pasar desapercibida.


Borràs y Rovira, dos mujeres diferentes que han adoptado una misma postura: la discreción y recuperar, dentro de lo posible, sus vidas personales. ¿Se habrán sentido abandonadas en este tiempo? Es más que probable, aunque la vida sigue y tienen otros alicientes.



Artículo original publicado en Catalunyapress.es
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