Navantia es una de las mayores empresas públicas de España. De su futuro dependen directamente 5.500 familias. Desde esta semana al mando está Susana Sarriá, ingeniera de montes procedente del PSOE andaluz y sin experiencia alguna en el campo de la construcción naval, algo que el PSOE criticaba hasta hace nada.
"Una vez más el nombramiento se hace en función del partido que gobierna y, por encima, parece que en función del reparto de poder dentro del propio partido", critican desde el sindicato CIG en Navantia. Navantia depende de la SEPI y la SEPI del Ministero de Hacienda, a cuyo frente está María Jesús Montero, compañera de Sarriá en el PSOE de Andalucía.
La CIG entiende que Pedro Sánchez la escogió para "satisfacer e contentar a presidenta de Andalucía". Detalle no baladí, teniendo en cuenta las continuas tensiones entre trabajadores y sindicatos de Ferrol y la bahía de Cádiz, los únicos dos grandes centros que subsisten en Navantia, a la hora de repartir la a menudo escasa carga de trabajo.
SIN EXPERIENCIA
¿Tiene méritos profesionales Sarriá para dirigir Navantia? En su nombramiento el Gobierno asegura que está especializada en gestión ambiental y fue directora del Centro antincendios de la Junta de Andalucía. Nada relacionado con la construcción naval ni con la negociación de contratos internacionales, claves para la subsistencia de los astilleros públicos.
Además, el propio PSOE reclamó en varias ocasiones que Navantia la dirigiese alguien con experiencia en el sector, como insiste la CIG. Claro que los socialistas lo pidieron cuando estaban en la oposición.
"La dirección de Navantia tiene que estar íntimamente ligada al sector, porque eso es parte del problema, y también sería importante que estuviese profesionalizada", defendió el senador coruñés Ángel Mato el año pasado, por ejemplo.