¿Aprovechará las primarias el baltarismo para marcar territorio? ¿Cuántos de los más de 100.000 afiliados que dice tener el PPde Galicia pagan realmene sus cuotas? ¿Se confirmará la alianza con Cospedal y el temor a los supuestos dossieres de Soraya? Analizamos algunas de las cuestiones que plantean para los conservadores gallegos la lucha por suceder a Rajoy.
Feijóo y Cospedal en un pasado mitin en Santiago, la secretaria general del PP visitó Galicia mucho más amenudo que su rival Saéz de Santamaría
Sabedor de la importancia de apostar por el caballo ganador, Alberto Nuñez Feijóo sigue pensándose a quien dará su apoyo en el Congreso del PP. "El líder del PP que sea elegido en julio será candidato a La Moncloa en 2020 y yo le apoyaré" se limitó a decir este jueves.
De paso, no cerró la puerta presentarse en el futuro, cuando acabe su mandato en San Caetano. El presidente de la Xunta incluso afirmó que si el congreso para elegir relevo a Rajoy no se hubiese adelantado y fuese en 2020 "probablemente" él se hubiese presentado. Un claro, e inaudito por explícito, reconocimiento de su ambición personal.
Con estas cartas sobre la mesa ¿a quién apoyará Feijóo para no perjudicar sus posibles opciones futuras? ¿Secundará su elección el resto del PPdeG?
Son dos cuestiones claves para el PP estatal. Galicia es una de las autonomías con más peso y que, a priori, tiene una dirección que no está casada con ningún candidato.
No sucede así en otras autonomías, como Andalucía. Allí, Javier Arenas, que sigue controlando en PP andaluz, apoyara a Saéz de Santamaría. La otra favorita, la ex-ministra y ex-número 2 del PP María Dolores de Cospedal, fue la verdugo de Arenas como ministro.
Mapa de apoyos por comunidades autónomas
Feijóo guarda sus cartas por ahora a la espera que se aclare el panorama. Siete candidatos son muchos y el mandatario gallego ya dejó entrever que no le gusta tal concurrencia, razonando que el tiene solo un voto y no lo puede repartir.
Antes de que renunciase, se especulaba -y mucho- de una posible candidatura conjunta de Cospedal secundando a Feijóo. De hecho, la líder del PP de Castilla La Mancha no dió el paso adelante hasta que el gallego, soprendentemente, se descartó a última hora. Feijóo era el candidato deseado por la mayoría de la cúpula del PP de España y al borrarse, Cospedal corrió a ocupar su sitio.
La fuentes del PPdeG consultadas hoy por Galiciapress dicen ignorar por completo si Feijóo planea mantener esa frustrada alianza con Cospedal. En su renuncia -cuya escenografía semejaba más un acto de campaña- recuerdan que el presidente hizo especial énfasis en defender los intereses de Galicia ante una hipotética reforma de la Constitución. Así, el candidato que garantice a Feijóo que los gallegos siguen teniendo un status similar a vascos y catalanes tiene muchas opciones de ganarse las simpatías del PPdeG, enfatizan las citadas fuentes.
Las simpatías del PPdeG pero no necesariamente las del PP de Ourense. A nadie se le olvida que los ourensanos tienen mucho más músculo que el que les correspondería por la exigua y menguante demografía de su provincia. El baltarismo lidera las clasificaciones de porcentaje voto 'popular' elección tras elección. Un músculo que es inútil si no se usa y no se le saca réditos en momentos clave como este.
Apoyar un candidato diferente que el favorito de Feijóo y la Nécora permitiría a Manuel Baltar marcar territorio frente a los que intentaron que el no llegase a liderar el PP de Ourense. Podría plantar batalla de una manera indirecta y sin sufrir demasiado castigo en caso de apostar por un caballo que acabase perdiendo, argumentan dirigentes del PP de Ourense consultados por esta redacción.
Con todo, tambíen apuntan que lo más sencillo y políticamente prudente por ahora es hacer lo que hace Feijóo, no casarse con nadie, a la espera de que haya pactos entre los candidatos y se despeje el tablero.
Otro factor a tener en cuenta son los rumores sobre los dossieres. Son muchas las lenguas que del PP que creen que el círculo de Soraya estuvo detrás de la filtración de las fotos del narco Marcial Dorado y que Feijóo, temeroso o advertido de la posibilidad de nuevas filtraciones, no se atrevió a jugar con fuego.
De ser esto cierto, resultaría sorprendente que Feijóo apoyase explícitamente a Saéz de Santamaría y lo lógico es que prefiriese a uno de los otros dos candidatos con opciones, la citada Cospedal o el joven Pablo Casado, que logró dar la campana liderando en número de avales para su candidatura, con 5.000.
En todas estas cábalas, lo primero que hay que tener en cuenta es que el PP dice tener más de 869.000 afiliados en toda España. Una cifra espectactular, sobre todo teniendo en cuenta que el PSOE dice andar por los 210.000, Podemos unos 211.000 inscritos (que no pagan necesariamente una cuota) y Ciudadanos unos 160.000 simpatizantes, pero sólo unos 28.000 militantes que pagan cuota.
¿Cuántos militantes del PP pagan la cuota que, como les recuerdan en esta fecha sus direcciones provinciales, les da derecho a votar? Este es uno de los secretos mejor guardados de los conservadores y que será desvelado en parte el 5 de julio, cuando se cuenten los votos de las primarias.
Lo que si es público, es que Ciudadanos dice que ingresará en cuotas en todo el Estado 2,5 millones por esos 28.000 militantes y el PP declaró en 2016 ingresar 2,9 millones. Por lo tanto, el número de afiliados del PP al corriente de sus obligaciones debería ser algo superior a los 28.000 de los que presume Ciudadanos, pero en todo caso muy alejado de esa estratosférica cifra total de 869.000.
¿Y en Galicia, cuantos militantes tiene el PPdeG y cuántos pagan, teniendo derecho a votar? Galiciapress hizo estas preguntas al Partido Popular gallego. Fuentes oficiales conservadores gallegos respondieron que "el número total de afiliados es 101.000" sin aclarar cuantos aporta cada provincia y cuantos tienen las cuotas al día.
Lo que está claro es que la autonomía es la cuarta comunidad con más compromisarios para el Congreso Extraordinario del 20 y 21 de Julio. Si ningún candidato logra una victoria arrolladora en las primarias (más del 50% de los votos, sacara 15 puntos al siguiente candidato y fuera mayoritario en la mitad de las circunscripciones ) serán esos compromisarios quienes decidan con su voto en el Congreso. Y esto es lo más posible visto que habrá siete papeletas en las primarias, lo que favorece la división del voto de los militantes.
El peso de Galicia se debe en parte a los buenos resultados conservadores en las elecciones generales, criterio que decide el 25% de los compromisarios, y al volumen de la militancia, criterio que decide el 75% de los compromisarios. Esto explica, por ejemplo, que Ourense (73) tenga casi tantos compromisarios como una provincia con mucho más peso demográfico, A Coruña (78). Dato importante a tener en cuenta si, como todo parece indicar, la última palabra la tienen los compromisarios.