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Critican que la administración pone "muchas trabas" y que las cuantías de las ayudas no son suficientes

Los vecinos de Tui (Pontevedra) afectados por la explosión que se produjo el miércoles en la parroquia de Paramos se han mostrado muy descontentos con las ayudas y las soluciones que les han presentado este viernes el Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS) y el Ayuntamiento tudense, a consecuencia de lo que se han vivido algunos momentos de tensión y nervios.

Así, en el transcurso de la reunión varias personas salieron del centro social de Guillarei, donde tuvo lugar el encuentro, y se enfrentaron a los representantes de las administraciones entre gritos y llantos. Fruto de la situación, una de las afectadas, que ha perdido su casa y tiene una hija ingresada en el hospital, sufrió una crisis de ansiedad y requirió la asistencia de personal de una ambulancia.

A medida que ha avanzado la reunión, a la que no se permitió la asistencia de los periodistas, los vecinos han ido abandonando el centro. Una vez fuera, han criticado ante los medios de comunicación que la administración pone "muchas trabas", que la línea de ayudas les afectará en su declaración de la renta y que se les reclama "una cantidad de papeles impresionante".

En concreto, han censurado que se les pide que soliciten licencia o hagan el proyecto técnico, así como que adelanten dinero, ya que "solo en algunos casos muy excepcionales" se lo adelantarán. En relación con ello, han criticado que algunos vecinos no tienen el dinero necesario o dependen de que el banco les conceda un préstamo que también supone gastos.

Tal y como han comunicado, las ayudas presentadas por la Xunta pasan por una aportación de hasta 109.000 euros para primeras viviendas, y de hasta 43.000 euros para segundas viviendas. "¿Cómo se levanta una casa con 109.000 euros?, ¿y encima hay que declararlo? ¿Para qué lo pido si aún encima me van a quitar dinero? Esto es una vergüenza", han espetado algunos vecinos.

"Estoy sin casa pagando una hipoteca", ha agregado otra mujer. A los afectados --alrededor de 300 según el delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís--, se les ha tomado nota de los desperfectos que presentan sus propiedades y se les ha indicado que en el plazo de 10 días la administración se comunicará con ellos.

PETICIÓN DE LOS VECINOS
Lo que exigen los vecinos frente a esta situación es que se declare el lugar como zona catastrófica, que se habilite una oficina central para facilitar el papeleo y que se agilicen los trámites, especialmente para los ciudadanos que se han quedado sin casa. "Se necesita una solución no para la semana que viene, para hoy. No para hoy, para ayer", ha dicho una vecina.

Entre los afectados hay personas cuyas viviendas --también negocios y otras propiedades-- "desaparecieron", otros que no son habitables y otros que sufrieron desperfectos, pero también hay personas que estaban de alquiler y que se han quedado en la calle y se ven obligadas a encontrar de forma inminente otro alquiler habitable y que puedan permitirse pagar.

Varios los vecinos, algunos de ellos con marcas y heridas visibles tras el suceso, han enumerado los desperfectos que presentan sus viviendas y negocios. Además, algunos han descrito cómo vivieron la explosión, y que en ese momento se les cayó el techo encima, salieron despedidos... "Gracias a Dios no fue a las 2 de la mañana, sino estaríamos hablando de un cementerio", ha apuntado un vecino.

Asimismo, varias personas han hecho referencias al material pirotécnico que ocasionó la explosión. Así, han remarcado que era obligación de las fuerzas de seguridad haber hecho "un seguimiento de la dinamita y pólvora una vez que fue precintada la empresa" pirotécnica, y a colación de ello alguno han cuestionado: "¿Quién dice que no tiene más dinamita?".

Hasta el lugar también se han desplazado personas de otras parroquias y localidades, como es el caso de una vecina de Redondela, que han acudido al centro social para solidarizarse con las víctimas y hacerles entrega de alimentos, ropa y mantas. También han llevado hasta el lugar lonas con las que se están tapando los tejados de viviendas afectadas.

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