El rompecabezas de la política catalana parece que está a punto de terminarse. Algunos dicen que de una manera transitoria, pero algo es algo. Los últimos acontecimientos que se han producido este lunes: la renuncia de Forn y su salida de la prisión, así como la del hasta ahora candidato, Jordi Sànchez, -la apuesta personal de Puigdemont como su sucesor- que está dispuesto a dejar la política para salir, también, de prisión, abre nuevas posibilidades de formar gobierno en los próximos días, ya con el candidato, Jordi Turull.


Ahora bien, ante este nuevo panorama: ¿cuál va a ser la postura de Puigdemont?, teniendo en cuenta que su apuesta por Sànchez era sí o sí. ¿Qué va a decir y hacer? Lo mismo que su colega de huida, Toni Comín, aferrado a su acta como a un hierro ardiente. De alguna cosa tiene que "vivir".


Ahora bien, la CUP, si no cambia de opinión en las últimas horas, no quiere a Turull, lo que supone que se van a abstener. Esta no es la única dificultad con la que se van a encontrar en el Parlament. Para que la investidura de Turull sea posible, es necesario que los huidos renuncien a sus actas y puedan ocupar los escaños, los siguientes en la lista. Pero aún en este supuesto, serían necesarios los votos de otros diputados. ¿Podrían ser el partido de Domènech, Catalunya en Comú, que hicieran el "sacrificio" de votarlo para que finalmente se pueda elegir a Turull? Nada es imposible en esta situación.


El problema de la elección de Turull es, a medio plazo, la nada desdeñable posibilidad de que fuera inhabilitado o encarcelado. En su lugar podría ser sustituido por el vicepresidente. Quizás en este punto pueda surgir un problema con los republicanos, a quienes les correspondería, por cuotas, la vicepresidencia. ¿Estarán dispuestos el PDeCat y Junts x Catalunya a cederles la presidencia?. 


Las renuncias de Forn y Sànchez son realmente sorprendente, sobre todo la de este último, dado las "firmes" convicciones que ha venido expresando a lo largo de estos meses y sus aspiraciones de culminar su carrera politíca siendo el President de Catalunya.


Dicen que en política las casualidades no existen, aunque las vistas de "lagarterana". Las decisiones de Forn&Sànchez no son hechos casuales, ni se han producido por generación espontánea. ¿Qué es lo que está sucediendo en los entresijos palaciegos? ¿Quiénes están negociando para volver a una cierta normalidad? ¿La designación de Turull es una concesión para justificar otras decisiones? Está claro que algo se está moviendo; los resultados, como la lluvia fina, irán calando, sin que apenas la ciudadanía se dé cuenta.

“En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven”, decía Maquiavelo.



Artículo original publicado en catalunyapress.es
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