La fecha del 11 de marzo de 2004 marcó a toda la sociedad española, obligando a recordar esta data como un día de pena y barbarie por las cuatro detonaciones que tuvieron lugar en la red ferroviaria de Madrid y que se cobraron más de un centenar y medio de víctimas mortales y miles de heridos en una mañana que hoy cumple dos décadas desde el espanto.