La asesinada en O Porriño era una mujer joven vulnerable que vivía en una infravivienda de Vigo (vídeos)

El macabro hallazgo tuvo lugar el jueves por la tarde cuando un transportista, al detenerse para hacer una llamada telefónica, se encontró con el cuerpo semioculto. La víctima, identificada por huellas dactilares y tatuajes, vivía en la calle Camiño Redomeira, en una zona de O Calvario.

Segúndo el colectivo Os Ninguéns, que ayuda a personas vulnerables de Vigo, moraba en un piso compartido en precario.

Según fuentes cercanas al caso, Judith estaba vinculada al ejercicio de la prostitución y tenía problemas de adicciones . La última vez que fue vista fue el sábado después de encontrarse con un cliente, y algunos informes sugieren que fue víctima de maltrato.

La autopsia reveló que la causa de la muerte fue asfixia, probablemente inducida por un pañuelo encontrado en su boca. Aunque no presentaba heridas externas, los investigadores creen que el crimen pudo haber ocurrido en otro lugar antes de que el cuerpo fuera abandonado en la ubicación donde se encontró.

La investigación, liderada por la Guardia Civil de Pontevedra, se centra en esclarecer las circunstancias del crimen. El juzgado de instrucción 3 de O Porriño supervisa las diligencias mientras se mantienen abiertas diversas hipótesis sobre la motivación del crimen.

La comunidad local mostró su consternación, y el Concello de O Porriño convocó un minuto de silencio en la Plaza Arquitecto Antonio Palacios en señal de duelo. 

La policía, incluyendo el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil, continúa trabajando en la escena del crimen en busca de pruebas adicionales.

En medio de la tragedia, colectivos femenistas hacen un llamado a la participación en las actividades programadas para conmemorar el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Machista, subrayando la importancia de combatir este tipo de atrocidades. Ese día se celebra mañana, 25N.

Circunstancias del Hallazgo: Un Descubrimiento Casual

El cadáver fue descubierto de forma casual en la tarde del jueves por un transportista que bajó de su vehículo en la zona. El cuerpo, vestido con ropa oscura y sin pertenencias o documentación, estaba oculto detrás de un contenedor y un cierre de piedras de una finca, entre la maleza.

Aunque la mujer aparentemente no presentaba heridas, sí tenía introducido un trozo de tela en la boca, posiblemente un pañuelo. Además, los investigadores ven plausible que la muerte se produjera en otro lugar y que el cuerpo fuera trasladado y "depositado" donde luego fue encontrado.

Tanto este jueves como este viernes, los expertos de Criminalística de la Policía Judicial de la Guardia Civil han estado en la zona realizando inspecciones oculares y recogiendo vestigios que puedan aportar luz sobre este suceso. Entre el material recogido está también el contenedor que había en el lugar, y que será examinado.

Identificación de la Víctima: Desentrañando el Misterio

El cadáver fue identificado este viernes, gracias a las huellas dactilares (y el reconocimiento por una fotografía y un tatuaje), como Judith M.G., una vecina de Vigo de 37 años de edad, cuya desaparición no fue denunciada. Fuentes conocedoras de las pesquisas han señalado que la mujer era toxicómana y apuntan su vinculación con el ejercicio de la prostitución.

En el lugar en el que presuntamente se depositó el cuerpo tras el fallecimiento no se encontraron pertenencias que ayudaran a identificar a la víctima, pero los tatuajes dibujados en su cuerpo posibilitaban ya a primera hora de la mañana de este viernes ponerle nombre y apellidos. La autopsia reveló también la identidad a través de las huellas dactilares. Judit M.G, de 37 años, vivía en el Camiño Redomeira, junto a la calle Aragón, en una zona de O Calvario en la que hay varias casas de okupas.

Fuentes que conocen el caso explican que la mujer ejercía la prostitución y que, al parecer, después de irse con un cliente el sábado ya no volvió a ser vista. También aseguran que fue víctima de malos tratos. Esta identificación respaldaría también la hipótesis de que el cuerpo sin vida de la mujer fue abandonado en el lugar, tras unos contenedores en el polígono de A Granxa, después de su muerte. La víctima falleció entre 24 y 48 horas antes de ser localizado su cuerpo.

Investigación en Curso: La Búsqueda de Respuestas Continúa

La investigación continúa también la calle. Miembros del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Pontevedra trabajan desde las nueve de la mañana en el escenario del hallazgo. La falta de luz limitó ayer la inspección ocular y la recogida de posibles vestigios, así que desde primera hora, la Guardia Civil se emplea a fondo en busca de pruebas que lleven a terceras personas.

Durante la tarde del jueves se barajaba la posibilidad de que la muerte pudiera haber sido violenta ya que, según una línea de investigación, el cadáver podría haber sido trasladado y colocado en ese lugar para ocultarlo. Pero el cuerpo no presentaba señales que evidenciaran que había sido golpeado, tan solo un trozo de tela en la boca.

Esta mañana, un equipo de Criminalística de la Comandancia de Pontevedra regresó al punto donde se halló el cadáver para reanudar la inspección. Se vació el contenedor en busca de posibles nuevas pruebas, se peinó el entorno y, finalmente, el colector fue trasladado. Además, los investigadores analizan las grabaciones de las cámaras de las empresas del polígono industrial. Tratan de reconstruir las últimas horas de la víctima para esclarecer qué sucedió, cómo llegó el cuerpo hasta allí.

La jueza del Juzgado de Instrucción nº3, en funciones de guardia, ha abierto diligencias.

El delegado del Gobierno, Pedro Blanco, ha confirmado este viernes la presencia de "indicios que apuntan a que es una muerte violenta", sin descartar ninguna hipótesis. En un acto en A Coruña, Blanco ha explicado a los medios que el caso "está siendo investigado", por lo que ha pedido "dejar trabajar a la Guardia Civil".