La viremia de bajo grado del VIH podría aumentar el riesgo de padecer cáncer, según un estudio del ISCIII
Un equipo del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha publicado un nuevo articulo en la revista 'Journal of Biomedical' que revela que la viremia de bajo grado del VIH incrementa la activación y senescencia celular, lo que podría aumentar el riesgo de padecer enfermedades como el cáncer.
La difusión de este trabajo coincide con una nueva celebración del Día Mundial del Sida, que cada año se conmemora el 1 de diciembre. Así, el artículo está liderado por Verónica Briz, mientras que su primera autora es Violeta Lara Aguilar, ambas del Centro Nacional de Microbiología.
Las investigadoras han identificado una huella inmunológica desfavorable en individuos VIH con viremia de bajo grado, definida como el ARN del VIH en plasma entre 50 y 200 copias/mL, tratados con inhibidores de la integrasa, una huella relacionada con elevados niveles de activación y senescencia celular.
Este fenómeno podría desembocar en un agotamiento inmunológico acelerado, lo que podría aumentar en estos pacientes el riesgo de acontecimientos graves no ligados al VIH, como neoplasias malignas y enfermedades cardiovasculares. El tratamiento antirretroviral ha mejorado la calidad de vida de muchas personas con infección por VIH, aunque no ha logrado revertir por completo los efectos de la infección vírica en el sistema inmunitario.
Se ha demostrado que el VIH provoca una desregulación de las respuestas inmunitarias, que conduce a un agotamiento del sistema inmunitario en las personas con VIH en comparación con la población general, lo que conlleva un mayor riesgo de desarrollar comorbilidades.
Las investigadoras explican que el VIH replica principalmente en los linfocitos T, causando un fallo progresivo del sistema inmunitario. En este sentido, estudios recientes han mostrado que cualquier nivel detectable de viremia del VIH se asocia con acontecimientos graves no relacionados con el SIDA, como cáncer y alteraciones cardiovasculares, entre otros.
Los resultados de esta investigación revelan que las personas con VIH mostraban un perfil inmunitario diferente a la población general, con mayor activación, senescencia e inflamación celular, y diversos cambios que afectan a células CD4+/CD8+, IL-13 y células T CD8+ naive, entre otros. Las investigadoras concluyen que la viremia de bajo grado entre 50 y 200 copias/mL conduce a una reducción de la actividad citotóxica y a una disfunción de las células T, que podría afectar a la producción de citoquinas, que serían incapaces de controlar y eliminar células infectadas.
Además, el aumento de marcadores de senescencia sugiere una pérdida progresiva de la memoria inmunológica y una reducción de la capacidad proliferativa de las células inmunitarias. Este agotamiento inmunológico acelerado podría contribuir al riesgo de aparición de patologías asociadas al envejecimiento, lo que pone de relieve la necesidad de paliar el impacto de la viremia de bajo grado en estos individuos.
'REPROGRAMAR' EL SISTEMA INMUNITARIO PARA ELIMINAR EL RESERVORIO VIRAL
El Centro Nacional de Microbiología del ISCIII también ha llevado a cabo una segunda investigación, que ha concluido que el tratamiento con fármacos inmunomoduladores como ponatinib, unido a la terapia antirretroviral, puede ser eficaz para potenciar la actividad antiviral de células citotóxicas y contribuir a la eliminación del reservorio viral en casos de infección por el virus VIH-1.
Los resultados del artículo, liderado por el grupo de Mayte Coiras desde el Centro Nacional de Microbiología del ISCIII, se han publicado en la revista 'Frontiers in Pharmacology'. Con este estudio piloto, se ha demostrado 'in vitro' que el tratamiento a corto plazo con agentes inmunomoduladores puede representar un método alternativo para reprogramar progresivamente el sistema inmunitario contra el reservorio vírico del VIH.
En la investigación han participado 23 pacientes tratados con ponatinib, un inhibidor de la tirosina cinasa (ITC) que se utiliza contra la leucemia mieloide crónica (LMC), y que también ha demostrado ser eficaz contra la infección por VIH-1 in vitro. El estudio ha evaluado, en células mononucleares de sangre periférica, la capacidad de este fármaco de inducir el desarrollo de poblaciones celulares citotóxicas con actividad anticancerosa y antiviral.
Estos resultados alientan la posibilidad de utilizar este tratamiento en ensayos clínicos de personas con VIH, una infección que actualmente no puede curarse debido a los reservorios virales de larga duración formados por células T CD4+ infectadas de forma latente.
En este estudio longitudinal, se ha analizado la capacidad de ponatinib para inducir una respuesta antiviral frente a la infección por VIH-1 en células mononucleares de sangre periférica (CMSP) obtenidas de personas con LMC previamente tratadas con imatinib durante una mediana de 10 años que cambiaron a ponatinib durante 12 meses para potenciar la respuesta anticancerosa antes de suspender el tratamiento con cualquier ITC.
Los resultados muestran que los linfocitos T CD4+ son resistentes a la infección por el VIH-1 durante el tratamiento con ponatinib y hasta 1 año después de retirar el fármaco, por lo que este estudio sugiere una nueva estrategia en la que los pacientes con VIH-1 podrían realizar tratamientos transitorios con fármacos inmunomoduladores que reprogramasen el sistema inmunitario con el objetivo de mantener controladas a las células del reservorio en ausencia de tratamiento antirretroviral.
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