El empresario desaparecido de Ambulancias del Atlántico fue embargado con Ambunova pero aun así se hizo con el concurso del 061

La crisis en Ambulancias do Atlántico, lejos de resolverse, sigue siendo un quebradero de cabeza para la Xunta de Galicia y el 061, obligadas a intervenir una empresa que ya no puede hacer frente al servicio del transporte urgente en Vigo, Cangas y Moaña. Desde el 061 reiteran que, pese a los impagos, las deudas con talleres y gasolineras o el malestar de la plantilla, compuesta por 260 personas, el servicio está garantizado “las 24 horas, los 365 días del año”. Sin embargo, los sindicatos reportan atrasos en el servicio por las complicaciones que experimentan los trabajadores, que siguen sin saber dónde está su jefe, Carlos Simón, el hombre al frente de la concesionaria, desaparecido una vez más y que protagoniza una polémica con una empresa concesionaria de ambulancias en Galicia y no es primero.

LOS PASOS DE SIMÓN EN GALICIA

Varias de las empresas en las que Carlos Simón tiene un puesto relevante acaban experimentando problemas de liquidez que procoaron a los impagos. Encontramos ejemplos a lo largo de la última década, problemas de los que son conocedores en la administración gallega.
 

Durante la huelga en Transportes Sanitarios Pontevedra Norte (Transa) en 2013 Simón vio la oportunidad de meter la cabeza en Galicia con la compra de la firma, que era concesionaria del 061 en Pontevedra, Marín y Bueu, a través de Ambulancias do Salnés, que pertenecía a Ambunova, marca con la que Ambulancias Egara operaba en Galicia. Es una operación semejante a la que pergeñó el propio Simón en diciembre 2022, cuando adquirió Ambulancias do Atlántico a Orthem Servicios -perteneciente a un grupo mayor, Hozono Global-. Así, como ocurrió con los contratos del área de Pontevedra, se hizo con las licitaciones del transporte no urgente en el área olívica y con los del urgente en Vigo, Moaña y Cangas a través de una compra, siendo registrado como administrador único de la firma en enero de 2023.
 

De hecho, fueron los sindicatos los que llamaron la atención hace semanas sobre la relación con Ambulancias Egara, de la que es administrador único Óscar Simón, hermano del dirigente ausente de Ambulancias do Atlántico: "Carlos Simón fue socio de su hermano en Ambulancias Egara -investigado desde marzo de 2023 por los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil en el marco de una operación anticorrupción en las ambulancias catalanas por una supuesta alteración de la licitación pública en Cataluña- y en 2016 el Sergas ya intervino con esta empresa, que operaba bajo el nombre de Ambunova".

Simón fue administrador único hasta octubre de 2015 de Transa y Ambulancias do Salnés, según las informaciones de webs especializadas que se alimentan de datos del Registro Mercantil. Sin embargo, sus dotes como administrador quedan ensombrecidas ya no solo por la quiebra de Ambulancias do Atlántico, sino por las experiencias pasadas en otras firmas.

CRISIS DE AMBUNOVA, UN CALCO A AMBULANCIAS DO ATLÁNTICO

Basta con tirar un poco de hemeroteca para ver que Ambunova experimentó los mismos problemas en el verano de 2016. La compañía cayó en impagos, de los que se hizo eco la CIG, cuando era concesionaria del servicio de transporte no urgente en Santiago y O Barbanza, y de la que informó Galiciapress en aquella época. Una treintena de trabajadores se vieron afectados por los atrasos en los pagos de las nóminas, lo que motivó las movilizaciones contra Carlos Simón. 

Por entonces, Ambunova resultó adjudicataria del transporte no urgente de un concurso al que volvió a presentarse pero de la que fue excluida porque una de las premisas era que las empresas no debían tener deudas con la administración. Al comprobar la documentación se supo que pesaba sobre Ambunova un embargo de la Seguridad Social. Más tarde se supo también por otros proveedores, que Ambunova tenía las cuentas embargadas, lo que impedía el abono de las nóminas.
 

Con la adjudicación vencida, Simón se lavó entonces las manos, por lo que los trabajadores tuvieron que demandar al SERGAS que no pagase nada a Ambunova mientes los empleados no cobrasen sus nóminas. “Ellos están cobrando pero no nos están pagando. Esperamos que el SERGAS haga su trabajo porque nosotros, aunque sea mediante una subcontrata, somos trabajadores de la administración”, denunciaba entonces Herminio Rivas, delegado de la CIG en Ambunova, que acabó anunciando la convocatoria de una huelga indefinida en la compañía.
 

Son unas declaraciones calcadas a las que vienen dejando los representantes de CIG, CC.OO. y USO en el comité de huelga de Ambulancias do Atlántico ocho años después. "Si ese dinero va a Ambulancias do Atlántico no sabemos qué va a pasar por él. Que ese dinero no lo tenga Ambulancias do Atlántico no quiere decir que no lo tenga Carlos Simón", apuntaba hace unos días Óscar Graña, portavoz de la CIG. 

En esa línea, Graña hacía a Sanidade también responsable de lo ocurrido: "No ha hecho bien su trabajo, su responsabilidad de velar de saber a dónde iba a parar ese dinero público que acabó desapareciendo. Los hacemos responsables a mayores del empresario".

Otro elemento coincidente entre lo vivido en Ambunova y Ambulancias do Atlántico es el estado de la flota de ambulancias. En 2016 los problemas económicos en Ambunova provocaron que varias ambulancias no pudiesen prestar servicio. “La situación llega hasta el punto de que las ambulancias tampoco se arreglan, por lo que en estos momentos hay siete que no se pueden utilizar por pequeños problemas de mantenimiento”.
 

"Si hoy una ambulancia se estropea, si se pincha una rueda, no hay taller en la provincia que vaya a repararnos absolutamente nada”, lamentaban la pasada semana desde el comité de empresa de Ambulancias do Atlántico a este diario, mostrando las deudas que pesan sobre la empresa y que hoy rondan el medio millón de euros. Solo en gasolina, la compañía debe a Repsol 120.000 euros y ya hay empresas de cobro a morosos llamando a las puertas de la oficina. También en 2016 la incertidumbre sobre si los conductores podrían repostar o no sobrevoló sobre los operarios de Ambulancias do Atlántico. 
 

¿DÓNDE ESTÁ TODO ESE DINERO PÚBLICO?

La pregunta que hoy se hace el comité de empresa es: ¿a dónde ha ido a parar todo ese dinero público? Al fin y al cabo, Ambulancias do Atlántico lleva años operando con la administración gallega, que le concedió el servicio de Vigo, Cangas y Moaña en septiembre de 2019 la nada desdeñable suma de más de 13,7 millones deu euros. En paralelo, la red empresarial que ha tejido Carlos Simón en este lustro no ha dejado de crecer, compartiendo también proyectos junto a su hermano Óscar.

Solo desde 2019, Simón ha estado embarcado en aventuras empresariales como Ivemon Servicios Sanitarios S.L., Ivemon Servicios y Reparaciones S.L. e Ivemon Servicios Informáticos S.L. ligadas a Ambulancias Egara y de las que se ha salido. 
 

No obstante, además de ser administrador único de Ambunova Servicios Sanitarios S. L. desde 2018 (si bien el Registro Mercantil destaca que en enero de 2018 Edgar Nolla Sánchez compró todas las acciones, aunque sin embargo mantuvo a Simón scomo administrador único) y de Ambulancias do Atlántico desde el año pasado, también es administrador único de Sermedbcn Outsourcing de Gestión Médica S.L., de Medicsalut Corporate S.L. y de Navatalia XXI S.L. 
 

Ante semejante tejido empresarial, el comité de empresa teme que se hayan desviado fondos desde Ambulancias do Atlántico a otras compañías de las que Carlos Simón es su administrador único, una sospecha que podría explicar el agujero en las cuentas de Ambulancias do Atlántico. No obstante, la explicación que ofreció el propio empresario hace unos días señala directamente a la Xunta y a un sistema que no sale a cuenta de las compañías al no ser rentable. 

"No eran rentables, generaban pérdidas, máxime ahora hay que incorporar las mejoras del nuevo convenio", razonaba Simón para el medio Crónica Global, donde detalló que la externalización del SERGAS y el 061 produce "pérdidas"  

En esa línea, Simón consideró responsable a la Xunta por la "infradotación" de las licitaciones. "Uno de los contratos estaba valorado en 3,5 millones de euros; solo operarlo valía 3,6 millones. No hay empresa en España que pueda operar ese servicio. En las condiciones actuales, no es rentable", justifica. 

De la infradotación de las áreas sanitarias es otro aspecto sobre el que llamó la atención en su día Roberto Rodríguez, de CC.OO. "Esta cuestión ha reventado en Vigo, porque además de la infradotación y de recursos hubo una muy mala gestión de la empresa y sus dirigentes retrasando los pagos, haciendo la pelota mucho más grande", considera el sindicato.

Simón ha vuelto a salirse del radar de la administración y los sindicatos. Hace un mes protagonizó una espantada aludiendio a un episodio de amnesia que lo llevó a acabar ingresado en Cataluña. En uno de los últimos encuentros entre las autoridades sanitarias y los sindicatos, los representantes de los trabajadores consideraron necesario que la Xunta "nombre a alguien que haga de interlocutor con la empresa", porque su responsable está "desaparecido" y Ambulancias do Atlántico "no tiene dirección".

NO SE PIENSA EN RESCATAR EL SERVICIO

La otra gran pregunta que se hacen desde el sector es: ¿cómo es posible que con el expediente de Simón la Xunta concediese concursos tan importantes como el del servicio urgente, considerado por el propio 061 como un “servicio público esencial”? Cabe señalar una práctica habitual entre los empresarios del sector, como es cambiar el nombre de la marca de forma recurrente, así como el nombre de la empresa, para poder presentarse a la adjudicación de los lotes, lo que hace difícil rastrear a un empresario que ha tenido problemas anteriormente bajo otras denominaciones. 

Otra de las “triquiñuelas” que aprovechan los empresarios son las Uniones Temproles de Empresas con las que concurren a los concursos. Si en 2016 Ambunova fue excluida de un concurso por sus deudas con la administración, en esas mismas fechas fue admitida en concursos de Ferrol Vigo y Pontevedra, ya que Ambunova, Ambulancias do Salnés y Transa, que fueron en UTE con ACCIONA, fueron admitidas en los concursos porque ni Ambulancias do Salnés ni Transa tenían deudas en ese momento. 

El fondo de la cuestión vuelve a ser el modelo. El concurso se adjudica al más económico, que en ocasiones es el más “chapucero”. La de Ambulancias do Atlántico no es la única situación comprometida en Galicia en estos momento: impagos en Ambulancias Civera, huelga en Ambulancias Casablanca… 

No obstante, y preguntado por este medio, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, no quiere ni considerar la posibilidad de que el servicio pase a ser público, tal y como demandan los sindicatos que abogan por un “rescate”, y la administración gallega mantiene su idea de mantener privatizadas algunas atenciones que son “esenciales” para la ciudadanía.