Vigilantes de Prosegur ante la refinería de Repsol por la negativa a revisar sus mejoras laborales y salariales

Y mira que llovió durante el fin de semana en Galicia. La tromba de agua que regó a la comunidad de punta a punta invitaba a resguardarse del temporal, pero ante la refinería de A Coruña se mantenía imperturbable la acampada que celebran, desde el pasado 2 de mayo, los vigilantes de Prosegur en el complejo petroquímico de Repsol. La compañía se niega a aceptar las demandas de una plantilla que lleva exigiendo mejoras en sus condiciones laborales y salariales desde comienzos de 2024. El gesto de buena voluntad del personal, que suspendió sus protestas a finales de febrero, se interrumpió a mediados de abril cuando, tras las negociaciones mantenidas entre las firmas y justo cuando se vislumbraba un preacuerdo, desde la dirección de la refinería se enrocaron en el no, obligando a los sindicatos a emprender nuevas acciones de protesta.

La Federación de Trabajadores de la Seguridad Privada de la Unión Sindical Obrera (FSTP-USO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) dijeron basta después del último desplante, anunciando el reinicio de las protestas y la posibilidad de convocar una huelga en las instalaciones, considerada una "infraestructura crítica", por lo que los servicios mínimos se fijarían cerca del 100%. 

"POCAS NOTICIAS"

En lo que se mostraron taxativos es en recuperar la acampada que habían comenzado en invierno. Así, desde el día 2 se encuentran los trabajadores de la refinería con una protesta a sus puertas, estando los vigilantes "con más ánimo si cabe que el primer día". "El apoyo y ánimos que están recibiendo de compañeros y compañeras de otros servicios de dentro y fuera de la ciudad herculina, hace que las ganas por continuar con su acción sindical se multipliquen", explican los sindicatos en su comunicado, donde también subrayan las "pocas noticias" en torno a los avances para desbloquear el diálogo.

"Estos días han transcurrido sin noticias de Prosegur, pero sí les ha llegado nuevo desentendimiento de Repsol, en los cuales se lavan las manos de cualquier responsabilidad sobre la plantilla", lamentan. En esa línea, reiteran que la pelota está en el tejado de Repsol, una empresa que, como puntualizaron en otras ocasiones a Galiciapress, acostumbra a ser dura a la hora de negociar con sus clientes, sin dar su brazo a torcer.
 

"Meses de engaños por parte de Repsol en las negociaciones de mejoras para el personal de seguridad de su instalaciones llevan a la FTSP-USO y  UGT a plantarse de forma indefinida a las puertas de sus instalaciones", censuraban los sindicatos al inicio de la iniciativa. 
 

¿NUEVAS FORMAS DE PROTESTA?

"Su departamento de seguridad les impone las ordenes de puesto y resulta que dicen no ser responsables de la carga de trabajo y desorganización que sufren", reprenden los sindicatos, que en cualquier caso dicen no estar por la labor de "señalar culpables" ni "juzgar a nadie". 

"Pero a mis compañeros si se les corta también sangran. Es el momento de reconocer responsabilidades, darles un trato justo y corresponder económicamente parte del esfuerzo que hacen diariamente en unas instalaciones tan complejas", argumentan. Es lógico pensar que, después de oír la sentencia de Repsol para negarles las mejoras -"(El personal) No es merecedor de esas mejoras y que su salario es más que suficiente para el trabajo que realizan", anunciaban los sindicatos hace unos días-, los sentimientos se encuentren todavía a flor de piel.

Así las cosas, sin cambios en el horizonte, la acampada se prolongará por tiempo indefinido y solo se levantará el campamento "hasta que existan acuerdos firmados", anulando la opción de que la plantilla conceda un nuevo voto de confianza. De igual manera, los sindicatos advierten que están "estudiando nuevas formas de protesta", por lo que la presión sobre las dos compañías promete ir en aumento en los próximos días si no ofrecen una solución.